Para la entrevista, a falta de una buena moto en el estudio, le hemos preparado una bicicleta estática desde donde ha respondido a las audaces preguntas de los contertulios. Con semblante serio y ganas de transmitir, Miquel nos ha confirmado nuestras fundadas sospechas de que hoy íbamos a contar con uno de esos personajes a los que te enganchas y casi te subes a lomos de su moto para vivir una hora de emociones intensas.

Después de hincar bien los codos y sacar honorablemente la oposición de registrador de la propiedad, este gran aventurero y contador de historias, decide, con el paso del tiempo, derrapar sin miedo y cambia vertiginosamente el rumbo de su vida eligiendo lo que más le gusta: escribir y viajar.

Con pasión nos ha hablado de sus viajes, de sus paisajes favoritos, de la amabilidad con la que se ha encontrado en países como Irán, la diversidad gastronómica o el gesto sanguinario de llenar el depósito de su moto en Ucrania, donde pensaba que le iban a rebanar el cuello.

Lo más importante es lo que se consigue con el esfuerzo y con el estudio, así se expresa Miquel y así imaginamos cada aventura en la que seguramente no habrán faltado los tropiezos y tampoco la satisfacción más extrema.

Gracias Miquel, la próxima vez te esperamos con la moto!