Hay ocasiones en la vida que gracias a esos avatares prodigiosos e inesperados tenemos la oportunidad de conocer a grandes personas, profesionales o referentes sociales. Hoy miramos muy de cerca y conversamos con una de esas personas, que además reúne todas esas particularidades: es Rosa María Calaf, una grande, así, de lleno.
Quién nos iba a decir hace ya más de tres años, cuando comenzaba esta radio sin límites e intrépida, que la más conocida periodista y corresponsal universal de RTVE se sentaría a nuestro lado y nos contaría experiencias, conocimientos, gustos, preferencias, opiniones, anécdotas..., en fin, pequeñas gotas de sabiduría, adquirida durante tantos años de profesión, que nos dejan con ganas de más, de mucho más.
En Radio Terrícola tocaba el programa de Érase una vez..., escuchábamos atentamente la narración por parte de nuestros chicos de una conocida fábula sobre la importancia de valorar el tiempo, lo que tenemos y cómo, sin darnos cuenta, buscamos en la codicia eso que tenemos tan cerca y lo perdemos mirando demasiado lejos, cuando sigilosamente una figura de pelo rojizo toma asiento y se mimetiza con la pandilla alucinada que lee con ojos desorbitados y perplejos. Llega el siguiente turno de lectura y surge esa voz segura y rotunda, esa entonación particular, que tanto escuchamos ahora, ya heredada, en las crónicas de los informativos. No hay duda: estamos compartiendo micrófonos con Rosa María Calaf.
Si pensamos que la vida se vive más, se entiende mejor y se aprende más cuanto más viajamos y conocemos otras culturas, no cabe duda de que estamos delante de alguien que seguramente acumule lo que cualquiera de nosotros viviría en treinta o cuarenta vidas. Así que lo aprovechamos sin complejos con preguntas audaces que nos muestran, más allá de una enorme profesional, una mujer valiente, pionera, inteligente, llena de inquietud y sobresaliente en ideales.
Aunque el programa comienza con la fábula, hay que ser un poquito pacientes y esperar el turno de lectura de Rosa María Calaf para adentrarnos un poquito, tímidamente, en la vida de esta periodista que ha informado desde más de 90 países, viajado por otros tantos y que nos ha hablado de conflictos, economía, política, catástrofes y sociedad en las últimas cuatro décadas. Corresponsal infatigable, la recordamos desde Nueva York a China, pasando por la Unión Soviética o el Vaticano. De premios y reconocimientos no hablamos porque resulta apabullante, los tiene todos.
Desde hoy podemos decir que colabora con Radio Terrícola, y por todo el mundo, la mejor corresponsal de todos los tiempos.
Gracias por compartir con nosotros unos minutos enriquecedores e inolvidables. Hasta muy pronto!!!